Por el Amor de Milo

Milo y su familia celebran su cumpleaños.

Milo y su familia celebran su cumpleaños.

Él llegó a mi vida una tarde de verano mientras estaba en el trabajo. Lo llevaban escondido debajo de una chumpa. Al verlo fue amor a primera vista. Se miraba tan tierno y lloriqueaba porque tenía frío. Nunca me imaginé que este pequeño labrador amarillo de dos meses iba a llegar a ser mi mejor compañía y mi inspiración. Después de que me casé, mi esposo y yo decidimos comprar un perrito para completar la nueva familia. Ese día cuando ya era nuestro, oficialmente, fuimos a gastar una fortuna al supermercado en todos los implementos que conlleva darle la bienvenida a un perro: concentrado, un plato para su comida, correas, juguetes, shampoo, cepillos, etc.

Una noche mi esposo sacó la basura y Milo salió corriendo detrás de él. Un carro que no lo vio lo atropelló. Al oír la conmoción, salí a ver que estaba pasando y al verlo debajo del carro jadeando me descompuse. Nunca voy a olvidar el dolor que este indefenso animal sin duda sentía. En shock, lo llevamos de emergencia al veterinario en donde por fortuna lo curaron y le enyesaron la pata quebrada. El doctor nos indicó que debido a la fractura tan severa que tenía era posible que Milo cojeara de por vida. No importaba ¡estaba vivo! Aunque su recuperación fue lenta, Milo se recuperó y aunque a veces arrastra su patita, es un perro sumamente fuerte y saludable.

Fue hasta meses mas tarde que entendí el significado de este accidente, pero sé que tuvo un impacto muy fuerte en mi. Desde entonces no soporto ver a un perro lastimado o siendo maltratado y es por eso que ahora rescato perros de la calle. Estos animalitos indefensos son un regalo de Dios y la raza humana en su ignorancia les ha hecho mucho daño. He visto el agradecimiento de estos animales en sus ojos al ver que una mano amiga les brinda cariño, comida y un refugio. Siempre mi mirada está atenta a encontrar a algún animal en pena al que pueda ayudar.

Milo tiene ya cinco años y es un miembro importante de la familia. El fuerte movimiento de su colita y un ladrido me dan la bienvenida todos los días, llueva, truene o relampaguee. Su entusiasmo hace que mi día empiece y termine mejor. Ha sido mi amigo en los días buenos y en los malos. Su mirada me dice que entiende lo que está pasando y gracias a él puedo ser de beneficio para otros perritos en necesidad. Él me enseñó el significado de la fidelidad, el amor incondicional y la bondad.

Quetzaltenango Animal Shelter, ref: Facebook ASOCIACION AMIGO FIEL

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